
Estudio sobre el libro del profeta Hageo
Hageo
Las circunstancias que hicieron necesaria la profecía de Hageo nos trasladan a los últimos acontecimientos del Antiguo Testamento. Cuando la ruina moral de Israel colmó la paciencia divina, Dios declaró a este pueblo: “Lo-ammi”, que quiere decir, vosotros no sois mi pueblo (Oseas 1:9). En el año 721 a. C. las diez tribus fueron llevadas cautivas, y más tarde, a partir de 606 a. C., también lo fueron Judá y Benjamín. El enemigo derribó y destruyó Jerusalén y el templo, ya privado de la gloria de Dios. Desde entonces, a los ojos de los hombres, no hubo más casa de Dios sobre la tierra.

Estudios sobre el libro del profeta Joel
Joel
Joel es exclusivamente profeta de Judá y de Jerusalén, diferenciándose en eso de Oseas, quien, sin dejar a Judá fuera de su óptica, profetizaba acerca de Israel. El último capítulo del libro del profeta Joel nos lo demuestra. Allí leemos: “Haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén” (v. 1), los “hijos de Judá y de Jerusalén” vendidos a los extranjeros (v. 6) y pagándoles con la misma moneda (v. 8); la repoblación definitiva de Judá y Jerusalén (v. 20). Por todas partes el profeta insiste en las bendiciones futuras concedidas a Jerusalén (cap. 2:32; 3:16-20), por doquier menciona el templo, la casa de Jehová (cap. 1:9, 13-14, 16; 2:17), el monte de Sion (cap. 2:1, 15, 23, 32; 3:17). Tal es, pues, la característica particular de este libro.

Estudios sobre el libro del profeta Malaquías
Malaquías
Malaquías es cronológicamente el último de los profetas enviados a Judá después que este hubo retornado del cautiverio. Hageo y Zacarías profetizaron durante los acontecimientos relatados en el libro de Esdras. Malaquías es posterior, pues menciona circunstancias análogas a las del capítulo 13 de Nehemías. Pero, todo lleva a pensar que su profecía fue pronunciada después de este período. De cualquier manera, su alcance sobrepasa infinitamente este marco más o menos restringido, pues Malaquías describe el estado moral del pueblo. Tal estado existía todavía en parte en tiempos de Juan el Bautista, último profeta del antiguo pacto, cuando Jesús, el Mesías prometido a Israel, estaba por aparecer en escena.
¡Encontrar a Dios!
Amós 4:1-13
En otros tiempos, cuando Jehová enviaba sus plagas a Egipto, ponía a Israel a cubierto de ellas.
¡Orar solo en extrema necesidad!
Jonás 2:1-10
Todo lo que Dios dispone, manda o prepara, alcanza su propósito final
¡Silencio! La muerte reina
Amós 8:1-14
La visión del canastillo de fruta debe dar a entender a Amós que Israel está maduro para el juicio.
¿Adónde conducen las prácticas religiosas sin fe?
Amós 5:14-27
El bien se identifica con Dios.
¿Cómo esperar su venida?
Malaquías 3:13-18 – Malaquías 4:1-6
Aquí nos presenta Dios a los pocos fieles, humildes y escondidos que iban a tener el honor de acoger a su Hijo en su venida a la tierra.
¿Dónde están nuestros intereses?
Hageo 1:1-15
... hoy es “el tiempo de edificar” la casa de Dios …
¿Dónde se encuentra el descanso?
Miqueas 2:1-13
... “¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente?”
"¿En qué nos amaste?"
Malaquías 1:1-14
El libro de Malaquías constituye el último llamado divino a la conciencia y al corazón de ese pueblo judío, en medio del cual aparecerá Cristo cuatro siglos más tarde.
Alegría y confianza recobradas a pesar del castigo infligido
Habacuc 3:1-19
Jehová impuso silencio a las voces de la tierra (cap. 2:20), pero el fiel puede hacer subir su oración ante él.
Aliento por la perspectiva del futuro
Hageo 2:15-23
El pueblo hizo la molesta experiencia de que no hay ningún provecho en el tiempo sustraído a Dios.
Amós, falsamente acusado, no se deja intimidar
Amós 7:1-17
Jehová informa Amós de sus intenciones y, ante esa señal de confianza, el profeta responde, como Abraham en otros tiempos, con perseverante intercesión.
Arar un campo nuevo
Oseas 10:1-15
Qué uso hacemos de lo que el Señor nos ha confiado: fuerzas, inteligencia, memoria, ratos de ocio, bienes materiales.
Castigo a las naciones vecinas de Judá
Sofonías 2:1-15
Al tratar esas profecías del futuro juicio de los malos, aparentemente pueden tener un interés secundario para los hijos de Dios. Lo que ellos esperan no es la crisis final de la que se habla aquí sino el retorno del Señor para arrebatar a su Iglesia
Castigos y bendición
Joel 3:1-21
El restablecimiento de Judá y Jerusalén estará acompañado por el juicio que caerá sobre las naciones.
Cómo percibe Dios la piedad
Oseas 6:1-11
Oseas acaba de enunciar lo que Dios espera para sanar a Israel: “que reconozcan su pecado” (cap. 5:15). ¿No es conmovedor ver cómo inmediatamente después el profeta toma al pueblo de la mano –por decirlo así– y le exhorta: “Venid y volvamos a Jehová”?
Contraste entre la irritación de Jonás y la misericordia de Dios
Jonás 4:1-11
El perdón otorgado a Nínive parecía contradecir y desautorizar la proclamación de Jonás.
Cristo aparecerá, será reconocido y recibido por su pueblo
Zacarías 12:1-14
¿Quién habla aquí? El que extendió los cielos, fundó la tierra y formó en el hombre esa inteligencia de la cual este se siente tan orgulloso (y que a menudo emplea tan mal; comp. Isaías 42:5). ¿No tendría tal Dios soberana autoridad sobre los acontecimientos terrenales?