David se entera de la muerte de Saúl
2 Samuel 1:1-16
El asunto de Siclag dejó a David humillado, consciente de su debilidad, pero también lo restableció en felices relaciones con Jehová. De esa manera fue preparado para su reinado, sobre el cual se abre el segundo libro de Samuel.
El canto “del Arco”
2 Samuel 1:17-27
Muy lejos de regocijarse por la desdicha que alcanzó a su rival y perseguidor, David le compone una conmovedora endecha. Este canto “del Arco” (cap. 1:18, V. M.) celebra las cualidades humanas de Saúl: su fuerza, generosidad y popularidad.
David rey de Judá en Hebrón
2 Samuel 2:1-11
David no consultó a Dios antes de descender a la tierra de los filisteos y esto le salió mal. Pero esa amarga experiencia le fue útil. Ahora consulta dos veces a Jehová.
Lucha fratricida
2 Samuel 2:12-32 – 2 Samuel 3:1-39 – 2 Samuel 4:1-12
Hasta el fin del capítulo 4 se relata el conflicto entre David e Is-boset, o más bien, entre sus respectivos generales: Joab y Abner. Es una lucha por el prestigio, pues cada uno de esos orgullosos hombres quiere ser el primero. El enfrentamiento termina con el asesinato de Abner y de Is-boset.
Sion, ciudad de David
2 Samuel 5:1-9
Durante estos acontecimientos (cap. 2:12 a 4:12), David espera en Hebrón, con paciencia, a que Jehová mismo le establezca como rey sobre todo Israel. Asimismo Jesús, ahora en el cielo, aguarda que Dios le dé su reino universal.
David: su familia, sus victorias sobre los filisteos
2 Samuel 5:10-25
Admiramos la fe y dependencia desplegadas por David en muchas circunstancias (y aún en los versículos 19 y 23, para luchar contra los filisteos). Lastimosamente su vida familiar está lejos de alcanzar el mismo nivel.
Malos medios al servicio de una buena intención
2 Samuel 6:1-11
Al inaugurar su reinado, el primer pensamiento de David es para el arca de Jehová. Junta treinta mil hombres, lo mejor de Israel, esta vez no para un combate, sino para escoltar dignamente el arca hasta Jerusalén. Nunca terminaremos de rendir honor a la persona del Señor Jesús.
Malos medios al servicio de una buena intención
2 Samuel 6:12-23
Conmovedora figura del Señor Jesús presente en la casa del creyente, el arca quedó tres meses en casa de Obed-edom, trayendo la bendición a ese hombre y a su familia, lo que no tardó en saberse (v. 12). Si vivimos cerca del Señor, los que nos conocen no dejarán de percibirlo. Y ellos también querrán gozar de las bendiciones que él nos otorga.
Deseo de David de construir el templo
2 Samuel 7:1-17
Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él (Proverbios 16:7).
Entrar en la presencia de Dios
2 Samuel 7:18-29
David quiso hacer algo para Jehová. Pero la respuesta divina fue: «Yo hice todo para ti». Tal es la lección que cada uno debemos aprender. Dios mismo se preocupó por nuestra salvación, por nuestro reposo y por todo lo que concierne a nuestro porvenir (v. 9). ¡Maravillosos consejos en los cuales no intervenimos para nada!
El reino consolidado
2 Samuel 8:1-18
2 Samuel 8:1-18
Mefi-boset
2 Samuel 9:1-13
El capítulo 8 desplegó ante nosotros la gloria del rey David. Pero una cosa la supera aún: su gracia. La aprendió en la escuela de Dios, siendo él mismo objeto de esta gracia. ¿Es así, en efecto, “como procede el hombre”, al recibir en la corte y a su mesa al último representante de la raza rival, el heredero de su enemigo? (léase 2 Samuel 4:4).
La gracia ofrecida pero rechazada
2 Samuel 10:1-19
Después que Mefi-boset acepta la gracia real, tenemos el ejemplo de los que no la comprenden, ni quieren recibirla.
Dos pecados graves: adulterio y asesinato
2 Samuel 11:1-27
Nos gustaría permanecer con las victorias del capítulo 10 y hacer caso omiso de lo que se presenta ahora. Porque, de parte del enemigo de las almas, David soporta la más cruel derrota de su existencia. No obstante, este triste relato se halla en el libro de Dios como solemne advertencia para cada uno de nosotros.
Parábola de Natán: el pecado se descubre
2 Samuel 12:1-12
“No codiciarás la mujer de tu prójimo”, dice la ley. “No cometerás adulterio”. “No matarás” (Éxodo 20:17, 14, 13). David, que declara en el Salmo 19:7: “La ley de Jehová es perfecta”, transgredió sucesivamente por lo menos tres mandamientos. Sin embargo, su conciencia sigue sin reprenderlo. Es necesario que Jehová le envíe a Natán.
Un verdadero arrepentimiento
2 Samuel 12:13-31
Después de haber permanecido tanto tiempo dormida, la conciencia de David se sobrecoge por una profunda convicción de pecado. Y se da cuenta de que su crimen no solamente concierne a Urías y a su mujer, sino que es, en primer lugar, contra Jehová.
Desastre familiar
2 Samuel 13:1-39 – 2 Samuel 14:1-33
Corrupción y violencia: estos son los títulos que podrían llevar los capítulos 11 a 13. Desde el principio del Génesis, estos son los caracteres del mundo. Y no ha cambiado.
Sublevación de Absalón
2 Samuel 15:1-12
La actitud de Absalón no muestra trabajo de conciencia alguno. Cuidadosamente preparó su golpe de Estado. Día a día iba a la puerta de la ciudad para encontrar allí a los que tenían algún asunto que juzgar. Les extendía la mano, los besaba y los interrogaba acerca de los motivos que los traían. Luego, les daba a entender que su padre no era capaz de tomar su causa en mano.
Fuga de David
2 Samuel 15:13-29
Mientras todo iba bien para el rey y su entorno, era imposible distinguir los que estaban verdaderamente apegados a David de quienes se quedaban con él por simple interés personal. Ahora la prueba muestra lo que hay en los corazones y los separa. Unos siguen a Absalón (v. 13), los otros a David (v. 18). La neutralidad ya no es posible.
La traición de Ahitofel
2 Samuel 15:30-37 – 2 Samuel 16:1-4
Los sufrimientos que David debe conocer ahora son el resultado de sus propias faltas. No pueden compararse, pues, con los padecimientos del Señor Jesús, los cuales fueron la consecuencia de nuestros pecados. No obstante, en ciertos aspectos, nos permiten comprender mejor lo que atravesó nuestro Salvador.
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