
El libro de Rut
Rut
Del libro de Rut se desprende un encanto particular, de modo que este breve relato ejerce un gran atractivo incluso sobre el lector más indiferente. Se trata de una historia de amor de otros tiempos, en la cual se mezclan tristeza y gozo, faltas y consagración, vida y muerte, cuyo fin es la llegada del día de las bodas y el nacimiento del heredero. El escenario tranquiliza el alma al transportarnos a regiones campestres en compañía de segadores y espigadores. No obstante, para el cristiano que lee las páginas sagradas teniendo a Cristo como meta, el libro de Rut presenta un interés más profundo que adquiere un significado más rico, porque discierne en todas las Escrituras “lo que de Él dicen” (véase Lucas 24:27).

Elías
Un profeta de Dios
Elías, profeta del Dios vivo, empieza su ministerio público en los más sombríos días del pueblo de Israel. Está encargado de despertar las conciencias y de reconfortar el corazón del pueblo de Dios en los días de ruina. Primeramente debe llevar al desfalleciente pueblo de Dios a tener noción de sus responsabilidades, aplicándoles la palabra de Dios a sus conciencias. Seguidamente, alentará a los fieles elevando sus pensamientos por encima de la ruina que los rodea, y sostendrá sus corazones presentándoles las glorias venideras.
David (1)
En el secreto El Llamamiento Jehová mira el corazón (1 Samuel 16:4-13).
David (10)
Como centro de reunión, David había atraído alrededor de sí a muchos, pero el relato sagrado quiso conservar también los rasgos de compañeros y amigos en los que había suscitado devoción. Jonatán
David (11)
Alabanza después de los años de pruebas.
David (2)
En el desierto David huye y va primeramente a Samuel en Rama. Él y Samuel se fueron y moraron en Naiot (1 Samuel 19:18).
David (3)
Experiencias de los años de exilio (continuación) Las liberaciones de Dios
David (4)
Rey Por su actitud entre los filisteos, David había perdido todo derecho al trono. Si Dios no hubiese intervenido, habría combatido contra su propio pueblo, descalificándose así completamente para ocupar el cargo que lo esperaba. Es pues solo la gracia la que le otorga el reino.
David (5)
Padre de familia El que piensa estar firme, mire que no caiga (1 Corintios 10:12)
David (6)
Betsabé (continuación)
David (7)
Adonías y Salomón
David (8)
Tipo de Cristo Las aflicciones y las glorias “Los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos” (1 Pedro 1:11)
David (9)
Centro de reunión
El llamamiento de Abraham
Génesis 12:2-3
Abraham era un adorador de ídolos cuando el Señor le dijo: “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”. En el libro de los Hechos vemos que el Dios de la gloria apareció a Abraham. Fue probablemente ésta la primera vez que Abraham tuvo que ver con Dios.
Josías
A los jóvenes creyentes
Cuando el pueblo de Dios se encuentra en un estado de debilidad y decadencia, las almas piadosas ocupan una posición totalmente distinta. El rey Josías es un ejemplo muy notable de ello. Las Escrituras lo distinguen de dos maneras:
Daniel - El discípulo en un tiempo malo
Los tres primeros capítulos del libro de Daniel nos ofrecen una lección muy importante y oportuna para el tiempo en que vivimos, en el cual el discípulo de Cristo está en grave peligro de ceder a las influencias que lo rodean –rebajando el nivel de su testimonio y debilitando su carácter de discípulo– a fin de amoldarse a las circunstancias del momento.
David - La vida de la fe
Es fácil seguir los sucesivos pasos que llevaron a establecer un rey en Israel, pues todos aquellos que estudiaron con cierta atención la historia humillante del corazón humano, tal como se presenta en ellos mismos o en otros, se darán fácilmente cuenta de este hecho.
El Dios vivo y una fe viva - Josafat
2 Crónicas 20
Hay un hecho grandioso y sustancial que se destaca prominentemente en cada página de la Santa Biblia y del que tenemos ejemplos en cada etapa de la historia del pueblo de Dios; un hecho de inmensa importancia y de poder espiritual para todos los tiempos, pero especialmente en momentos de oscuridad, dificultad y desánimo, ocasionados por la baja condición espiritual de mu
El profeta Elías
El ejercicio del ministerio profético en Israel siempre era la prueba de la decadencia del pueblo. Mientras las grandes instituciones nacionales se mantenían vigentes, y el mecanismo de la economía mosaica marchaba conforme a su concepción original, no había necesidad de ninguna acción extraordinaria y, por tal motivo, no se oía la voz de un profeta.
Elí, Noemí, Abraham - la disciplina en la familia
Tres personajes de la antigüedad, cada uno con su carácter, en su esfera familiar, y la disciplina que Dios, en su gracia, los hizo atravesar.