El justo y el incrédulo
Salmos 1
A los salmos o «alabanzas» a veces se les llama «el corazón de las Escrituras». Los primeros versículos del Salmo 1 definen las condiciones de los bienaventurados que pueden cantar esos salmos.
Los pensamientos de Dios respecto a su Hijo
Salmos 2
Los dos primeros salmos son complementarios y sirven de introducción al conjunto del libro. Ponen en evidencia los dos grandes pecados de Israel, el cual rechazó el doble testimonio dado por Dios a la nación: Desobedeció Su ley (Salmo 1) y renegó de su Hijo (Salmo 2).
Paz interior frente a una situación desesperada
Salmos 3
David, fugitivo de Absalón, fue la ocasión de la que se sirvió Dios para darnos este salmo
Confianza y gozo en Dios
Salmos 4
En el Salmo 3, Jehová era la protección del fiel; en el Salmo 4, Él es su porción. El hombre piadoso posee la seguridad de que Dios lo ha escogido (v. 3: literalmente introducido en su favor). Pero se encuentra aún en medio de un mundo en el que reina la vanidad y la mentira (v. 2), y no puede sino sufrir allí.
Oración matinal
Salmos 5
Al final del Salmo 4 hemos visto al creyente acostarse y dormirse en paz. Aquí lo consideramos al despertar. La piedad debe marcar todos los momentos de nuestra vida, incluso de aquellos que pasamos solos en nuestra alcoba. Al amanecer, como primerísima ocupación del día, la oración del salmista subía a su Rey, a su Dios (Salmo 63:1).
¿Qué hacer cuando merecemos ser castigados?
Salmos 6
A veces las desgracias del creyente son la consecuencia directa de sus faltas. Cae entonces bajo una de las manifestaciones del gobierno de Dios, quien lo reprendre y lo castiga (v. 1; comp. Jeremías 31:18). Ese fue el caso de David después del terrible asunto de Urías heteo, lo mismo que después del censo. Ya no es posible tener alegría o paz, como en el Salmo 4 (v. 7-8).
Perseguido sin razón
Salmos 7
Para comprender los salmos –y en particular para no asombrarnos de ciertas palabras severas en cuanto a los malvados–ellos se aplican expresamente al período que seguirá al arrebatamiento de aquélla.
Humillación y señorío del Hijo del Hombre
Salmos 8
Dios tiene dispuestas cosas magníficas y gloriosas para el hombre y por medio del hombre. Pero ¿cómo realizarlas con un ser pecador y mortal?.. Entonces, lo que Dios no pudo hacer para el primer Adán ni por medio de él, lo cumplió en Cristo, el segundo hombre.
Dios tendrá la última palabra
Salmos 9
El Salmo 9 pone en escena al enemigo de fuera: las naciones coligadas contra Israel.
El Señor ve todo
Salmos 10
El Salmo 10 introduce al enemigo interior: los opresores impíos persiguiendo al remanente fiel.
Los principios bíblicos cuestionados
Salmos 11
En el momento de “la gran tribulación”, todo lo que contribuye a la seguridad de los hombres (“los fundamentos”) será derribado.
Mentiras de los hombres – Palabras puras de Dios
Salmos 12
Este salmo expresa el sufrimiento de una alma agobiada por el sentimiento de la injusticia que la rodea.
"¿Hasta cuándo?"
Salmos 13
Acerca de la tribulación que atravesará el remanente de Judá durante los tiempos apocalípticos, el Señor declara que no hubo ninguna semejante desde el principio de la creación... Podemos entonces comprender ese angustioso grito: “¿Hasta cuándo?”
Insensatez del incrédulo – Carácter del hombre piadoso
Salmos 14 – Salmos 15
Después de la triste comprobación del Salmo 14: “No hay quien haga lo bueno”, el Salmo 15 puede con razón hacer la pregunta: “¿Quién habitará en tu tabernáculo?”
Cristo, Hombre perfecto, obediente y confiado
Salmos 16
Como lo demuestran las citas de los apóstoles en el libro de los Hechos, este salmo se aplica directamente al Hombre Cristo Jesús.
Rectitud e integridad de Jesucristo
Salmos 17
En el Salmo 16 hemos admirado la confianza del Hombre perfecto. En el 17 tenemos su justicia ante nosotros. Pero está también, y primeramente, ante Dios, quien encuentra en ella entera satisfacción.
De su muerte a la realeza
Salmos 18:1-29
Este salmo constituye una gran profecía que abarca la muerte, la resurrección, la exaltación, la victoria final y la realeza del Mesías.
Un punto culminante
Salmos 18:30-50
El Señor Jesús se complace en hacernos conocer a su Dios, cuyo camino es perfecto y cuya palabra es acrisolada. Aquí nos enseña a apoyarnos en Él para andar y para combatir.
Testimonios dados por Dios
Salmos 19
Dios se ha revelado sucesivamente a través de un doble testimonio: el primero es el de su creación (v. 1-6). El segundo testimonio es el de la Palabra (v. 7-11).
Jesucristo será liberado
Salmos 20
En este Salmo 20 vemos a Cristo como centro de los intereses y de los afectos de sus redimidos.
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