División de la carta
Los dos primeros capítulos nos hablan de la cruz de Cristo como base de toda nuestra posición cristiana. Los capítulos 3 al 9 tratan del orden que conviene a la casa de Dios; los capítulos 11 al 14, del que conviene al cuerpo de Cristo. Entre estas series de capítulos está situado el 10, como una clase de paréntesis introducido entre la casa de Dios y el cuerpo de Cristo. Esto corresponde a la cristiandad o profesión cristiana sin vida.
Este capítulo 10 es muy importante, pues lo que en tiempos del apóstol era una excepción, hoy no lo es. La cristiandad actual posee la cena, el bautismo y exteriormente anda en el camino cristiano, sin tener la vida divina. Ahora bien, esta profesión sin vida conduce al juicio y desemboca en él. El capítulo 15 trata el asunto vital de la resurrección. La epístola está, pues, enmarcada entre estas dos grandes verdades: la cruz en el capítulo 1 y la resurrección en el 15.