Capítulo 1
Filipenses 1:1-30
... “Doy gracias a mi Dios siempre” –dice el apóstol– “que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora”. Los filipenses habían tomado parte en el evangelio con ardor, demostrando tener un espíritu de amor, y el apóstol no cesaba de elevar súplicas por todos ellos. Cada vez que oraba hacía mención de ellos. Llevaba en su corazón a la Iglesia ...
Capítulo 2
Filipenses 2:1-30
... Antes de seguir adelante querría decir algunas palabras sobre los últimos versículos del capítulo 1. El apóstol dice: “en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para nosotros de salvación; y esto es de Dios. Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él” (v. 28-29). Él no solo quiere poner en guardia a los filipenses contra ...
Capítulo 3:1-14
Filipenses 3:1-14
... El capítulo precedente nos ha mostrado cómo el apóstol pone nuestros corazones en contacto con el Señor Jesús, quien deja la forma de Dios y la gloria celestial para tomar la forma de siervo y humillarse cada vez más, y quien luego, como hombre, es soberanamente exaltado. Además hemos visto que somos exhortados a seguir ese mismo camino, llenos del mismo pensamiento que estaba en Cristo. ...
Capítulo 3:15 a 4:7
Filipenses 3:13-21 – Filipenses 4:1-23
... Hemos visto anteriormente, amados hermanos, cómo la visión de Cristo produce una energía que impulsa hacia la meta gloriosa. Pablo había sido ganado por Cristo para ello y procuraba ganar a Cristo en la gloria. Asimismo hemos visto que la epístola a los Filipenses considera al creyente como quien marcha a través del desierto mirando la meta en la que lo poseerá todo. Pero no olviden ustedes que, como tiene el poder de la resurrección de Cristo en él, tiene ...
Capítulo 4:8-23
Filipenses 4:8-23
... Los dos primeros de estos versículos terminan la exhortación de esta epístola. Ya hemos visto cómo el cristiano debe andar con un sentimiento de completa superioridad sobre todas las circunstancias. Este carácter del poder del Espíritu de Dios aparece a todo lo largo de la epístola. El versículo 8 nos muestra el efecto de lo que hablamos anteriormente: “Regocijaos en el Señor siempre”; “vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres”; “por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones ...
Cristo, ejemplo perfecto de humildad
Filipenses 2:1-11
... Para hallar el camino hacia todos los corazones, para “ganar” a un hermano y apaciguar una disensión, existe solo un secreto: el renunciamiento a sí mismo. Podremos aprenderlo al contemplar y adorar a nuestro incomparable Modelo. Según sus propias palabras, “cualquiera que se enaltece, será humillado (por Dios); y el que se humilla, será enaltecido (por Dios)” (Lucas 14:11; 18:14). Dos historias exactamente opuestas se pueden resumir en esta frase: la del primer Adán, desobediente hasta la muerte ...
Cristo, motivo de nuestra vida
Filipenses 1:19-30
... El corazón del hombre fue creado de tal manera que no soporta permanecer vacío. Siente un hambre que el mundo, semejante a un vasto almacén, se esmera en satisfacer mediante una variedad de los más apetecibles productos. Pero por experiencia sabemos que por más atrayente que sea para nosotros un escaparate a la hora de comer, deja de tentarnos una vez saciados. Esta comparación un poco trivial nos ayuda a recordar algo: nada ejerce atracción alguna sobre un corazón lleno ...
Ejemplos de dedicación
Filipenses 2:12-30
... Como modelo de obediencia (v. 8), el Señor tiene el derecho de exigir la nuestra en todo “sin murmuraciones y contiendas” (v. 14). La ausencia del apóstol no eximía a los filipenses de la obediencia (v. 12). Al contrario, ya que él no estaba más con ellos, debían velar por sí mismos para no malograr su carrera cristiana. Del mismo modo un joven creyente, cuando abandona el techo paterno, no por esa razón deja de estar sujeto al Señor, sino ...
El cristianismo - ¿Qué es?
Filipenses 3
... En otra ocasión sostuvimos que la Biblia –y no un sistema particular de teología deducido de ella– era la guía suprema y plenamente suficiente de la Iglesia, en todas las épocas, en todas las latitudes y bajo todas las circunstancias. Ahora nos proponemos presentar a nuestros lectores, no una forma particular de religiosidad humana, sino el cristianismo en su excelencia moral y belleza divina, tal como está ilustrado en este conocido pasaje de la epístola a los Filipenses. No osamos ...

Filipenses
Filipenses
... En la epístola a los Efesios e incluso en la dirigida a los Colosenses, Dios nos muestra nuestro lugar en Cristo; pero, en la epístola a los Filipenses, vemos al creyente mientras atraviesa el mundo, andando en él como cristiano. En esta epístola no hay nada de doctrina; el creyente es visto en ella como quien corre hacia la meta y tal carrera es considerada como preparada por el Espíritu de Dios, pues lo que caracteriza al cristiano es que ...
Gozo, paz y sanos pensamientos
Filipenses 4:1-9
... “Regocijaos en el Señor”, insiste el apóstol. No obstante, no le faltaban motivos para derramar lágrimas (cap. 3:18). Una infeliz discordia oponía a dos hermanas: Evodia y Síntique, lo cual alteraba a la iglesia. Pablo exhortó –o más bien suplicó– a cada una de ellas personalmente ¡que aprendieran –y nosotros también– la gran lección del capítulo 2:2! (comp. Proverbios 13:10). ¿Es nuestra gentileza conocida por nuestros hermanos, hermanas y compañeros? Cuántas querellas y preocupaciones cesarían si ...
Jesucristo nuestra fortaleza
Filipenses 4:10-23
... Sin duda, Pablo recordaba su primera visita a Filipos, la cárcel y los cánticos que allí entonaba con Silas (Hechos 16:24-25). Aunque otra vez estaba prisionero, nada podía quitarle su gozo, porque nada podía quitarle a Cristo. Lo mismo ocurría con su fortaleza: “Todo lo puedo” –dice, pese a sus cadenas– “en Cristo que me fortalece” (comp. 2 Corintios 6:10). Como él, aprendamos a estar contentos, cualesquiera sean las circunstancias: éxitos o dificultades, salud o enfermedad, buen ...
Las ventajas aparentes son solo basura
Filipenses 3:1-11
... Además de hombres de Dios como Timoteo y Epafrodito, quienes debían ser recibidos y tenidos en cuenta, también existían “malos obreros” de los que era necesario cuidarse. Predicaban esa religión de las obras que confía en la capacidad humana y se alimenta de la consideración de los hombres. Pero si alguien poseía títulos humanos que podía hacer valer, ese era precisamente Pablo, judío que pertenecía al círculo más elevado, sumamente respetuoso de la doctrina hebrea y celoso en cuanto a ...
Proseguir a la meta y seguir una misma regla
Filipenses 3:12-21
... En general, los hombres que realizan algo importante en la tierra son aquellos en quienes palpita una única pasión. Ya se trate de conquistar los polos, de obtener un premio Nobel o de combatir a un invasor, siempre se hallan hombres de acción prontos a sacrificarlo todo por un gran designio. Así era Pablo desde que Cristo lo había cautivado (comp. Jeremías 20:7). Sabía que estaba comprometido en la carrera cristiana y, como perfecto atleta, seguía esforzándose sin mirar ...
Quisiera conocer el sentido exacto de Filipenses 3:12
Filipenses 3:12
... Es probable que nuestro corresponsal encuentre dificultad para entender el verdadero alcance de la palabra perfecto. Creemos que se refiere al tiempo en que Pablo –juntamente con todos los verdaderos creyentes– seremos hechos (cuerpo, alma y espíritu) conforme a la gloriosa imagen de Cristo. La palabra “perfecto” es usada de varias maneras en el Nuevo Testamento. “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48). Por el contexto vemos que aquí se ...
Razones para regocijarse
Filipenses 1:1-18
... A esta epístola se la ha llamado el libro de la experiencia cristiana, la cual se resume en cuatro palabras: Cristo me es suficiente. Él es mi vida (cap. 1), mi modelo (cap. 2), mi meta (cap. 3), mi fuerza y mi gozo (cap. 4). Aquí Pablo no habla como apóstol ni como maestro, sino como un “siervo de Jesucristo”. ¿Cómo podría hacer valer un título más elevado que el que su Señor tomó? (cap. 2:7). Desde el fondo ...