Condición 7
Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas (Marcos 11:24-25).
El pasaje corresponde al precedente de Mateo, pero Marcos añade otra condición suspensiva: el caso de que, teniendo algo contra alguien, somos incapaces de perdonarle. Observemos en primer lugar que esto es general: no importa qué ni contra quién. Señalemos a continuación que el resentimiento es considerado aquí como humanamente justificado; nosotros somos la parte perjudicada, pues somos los que debemos perdonar. Con mucha más razón, esa restricción se nos aplica cuando la falta está en nosotros mismos.
Antes de escucharnos, el Señor nos llama a poner en orden nuestras relaciones con el prójimo, por ejemplo, nuestro cónyuge, nuestros padres, nuestros hijos…