Condición 3
Yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé
(Juan 15:16).
La condición para ser otorgado está ligada a la del versículo 7, porque es absolutamente necesario depender del Señor y conocer su voluntad a través de su Palabra para saber cómo servirle. Para el discípulo escogido, establecido y enviado por el Señor, aquí se trata de ir y de llevar fruto, por ejemplo, el de realizar tal servicio útil.
¿Qué patrón envía a su obrero sin antes haberle dado los medios para llevar a cabo el trabajo que le ha encomendado? Si se trata de herramientas o de dinero, el obrero los pedirá a su debido tiempo y, tratándose de los intereses del que lo envía, lo que pida no le podrá ser negado.
Así sucede, con mucha más razón, en el servicio cristiano; el Señor da lo necesario a la persona a quien envía. Y si él no da, el obrero del Señor tendrá que preguntarse: ¿No significa ello que, lo que yo quiero emprender, él no me lo ha ordenado? En cambio, si se trata de un fruto que ha de ser llevado para él, de un fruto que permanece, ¿cómo ha de rechazar el Señor lo que necesita su siervo?