Dios obra en gracia
Salmos 78:40-72
La falta de memoria del pueblo y su ingratitud llevan a Dios a repetir desde un principio el relato de lo que hizo por Israel.
El soldado y el oficial
En el campo de batalla, los enfermos se abrían camino, cargados con un soldado moribundo –voy a morir– decía el malherido, déjenme. Con aflicción depositaron su carga.
El substituto
Durante la guerra Franco-Prusiana y bajo al mando del Príncipe Federico, que más tarde llegó a ser emperador de Alemania, hubo un soldado que desobedeció las ordenes muy estrictas de la disciplina militar y a quién, por consiguiente, el consejo de guerra decidió fusilar. La angustia del condenado era muy grande, y al aproximar la hora de la ejecución, le mandaron el capellán.
La caza del mono
Los indígenas indonesios saben que un mono no soltará jamás algo que desea poseer, aun corriendo el riesgo de perder su libertad. Para cazarlo, perforan la cascara de un coco, justo lo suficiente para que el mono pueda introducir la mano. Dejan caer una piedra adentro de la fruta y luego se esconden, provistos de una red.
La cinta magnética
El magnetismo o grabador es un aparato que registra los sonidos y que puede ser utilizado a escondidas; conversaciones, inflexiones de la voz, todo lo capta sin que lo sepan los que se creen al abrigo de cualquier control. Luego, la cinta magnética revela todo lo registrado con una sorprendente fidelidad.
La verdadera felicidad
Estaba un incrédulo pronunciando un discurso ante una concurrencia numerosa. Se esforzaba por persuadir a sus oyentes que no hay Dios, ni demonio, cielo ni infierno, resurrección, juicio ni vida venidera. “Echen de ustedes”, dijo él, “sus Biblias, ni tampoco escuchen lo que les dicen los ministros”.
Los dos jóvenes polacos
Hace años que dos jóvenes polacos, aburridos de la idolatría y ceremonias inútiles de la iglesia de su país, la abandonaron, embarcándose por el mismo tiempo para los Estados Unidos.
No basta la sinceridad
¡Se puede estar sinceramente equivocado! – Era anhídrido carbónico en vez de oxígeno lo que se administró a un paciente en el estado de Nueva York, y la muerte casi instantánea resultó de ello.
¡Hoy, Señor, hoy!
Viajaba en la Suiza. Pero no contento con las atracciones turísticas más comunes, se fue solo en busca de paisajes encantadores y curiosidad interesantes más allá de las rutas normales. Y no se desilusionó.
“Pulgarcito”, el piloto sin piernas
Al pasar delante de una puerta entreabierta, el capellán de un hospital vio a un enfermo que permanecía inmóvil, cubierto con las frazadas hasta la barbilla. Entró y, después de haberle manifestado su simpatía, le hablo del Redentor, del socorro que Cristo ofrece al hombre con el fin de llegar a ser su mejor Amigo, sostenerle y acompañarle hasta la muerte.