La verdadera adoración: ¿a quién, dónde y cómo adorar?

Juan 4:19-38

Nótese que la primera enseñanza de Jesús a esta pobre samaritana no concernía su conducta, sino la adoración; excelente deber y privilegio de todos los creyentes. ¿Dónde, cuándo y cómo debía ser presentada la alabanza? Había llegado la hora, (y hoy todavía es tiempo) en que la religión de formas y ritos debía ser puesta de lado para dar lugar a un culto en espíritu y verdad. ¿A quién y por quién debía ser rendido? Ya no más a Jehová, el Dios de Israel, sino al Padre, según la relación completamente nueva de hijos de Dios. Desde entonces a ellos les corresponde presentar la alabanza. Son llamados los verdaderos adoradores. Usted que ha sido buscado con este objetivo, ¿va a privar al Señor del fruto de su trabajo?

Cautivada por lo que acababa de oír, la mujer dejó el cántaro y se apresuró a dar a conocer en la ciudad a Aquel que había encontrado. En cuanto a los discípulos, mostraron su incapacidad de entrar en los pensamientos de su Maestro. Jesús hallaba su gozo y sus fuerzas en la comunión con su Padre (v. 34) y en las perspectivas que tenía ante sí. Ya discernía la siega futura: la multitud de sus redimidos (v. 35; véase Salmo 126:6).

Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"