Para la confección del tabernáculo y de los objetos que contenía, en otros tiempos Jehová había designado a Bezaleel, un hábil obrero lleno “del espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte” (Éxodo 31:2-3). Para la fabricación de objetos de bronce, Salomón llama a Hiram, de Tiro, un artesano también
lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce
(v. 14).
Procuremos poseer tales cualidades espirituales. Entonces el Señor podrá emplearnos “en todo arte”.
El primer trabajo que Hiram realiza consiste en dos columnas con espléndidos capiteles. Pensemos en la promesa que el Señor hace a la iglesia de Filadelfia: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios”. “Tienes poca fuerza”, había dicho a esos creyentes (Apocalipsis 3:12, 8). Los nombres de esas columnas son Jaquín y Boaz, que significan: «él establecerá» y «en él es la fuerza». Es una preciosa respuesta a la presente condición del redimido: ¿Poca fuerza en la tierra? Firmeza y fuerza para siempre jamás en el cielo de gloria, cuya imagen es el templo.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"