Cortinas, tablas, barras
Éxodo 36:14-34
Una vez reunidos los materiales y designados los obreros, la construcción del tabernáculo va a empezar.
El altar de oro
Es allí donde Dios espera recibir el culto de aquellos que justificó por la obra de Su Hijo unigénito. Dicho altar era de madera de acacia recubierta de oro (figura de Cristo, Dios y hombre a la vez).
El arca del testimonio
Éxodo 25:1-22
Cuando queremos describir una casa, no empezamos por los muebles. Aquí, sin embargo, el arca ocupa el primer lugar porque ella representa a Cristo, centro de todos los consejos de Dios.
El futuro templo en Jerusalén
Ezequiel 40:1-16
A partir del capítulo 40 y hasta el final del libro estamos ante una visión completamente nueva del profeta. Nos transporta a Palestina durante el milenio.
La fuente de bronce
Éxodo 30:17-21
Estaba colocada después del altar de bronce y antes del altar de oro. Antes de penetrar en el Santuario, los sacerdotes tenían que lavarse las manos (figura de nuestras obras) en dicha fuente, y asimismo los pies (los cuales se relacionan con nuestro caminar), para que no murieran (Éxodo 30:17-21).
La gloria divina desciende
Éxodo 40:20-38
El maravilloso tabernáculo nos ha ilustrado múltiples aspectos de la obra de Cristo y sus consecuencias. Dios desciende en gloria para habitar en medio de este pueblo.
La ofrenda elevada
Éxodo 35:1-19
El tabernáculo va a ser construido. Con tal motivo, sus diferentes elementos son enumerados por segunda vez. Observemos la variedad de lo que los israelitas tenían que traer.
Los perfumes del santuario
Éxodo 30:22-38
En el verdadero culto conviene ofrecer a Dios –con un fuego puro– un incienso limpio y santo, es decir, presentarle, por el Espíritu, la excelencia de la persona de Cristo. Al final del capítulo 30 del Éxodo, que trata del altar de oro y de la fuente de bronce, se mencionan el aceite de la santa unión y el incienso aromático (v. 22-38).
Significado de las cortinas
Éxodo 26:1-14
El tabernáculo propiamente dicho era un conjunto de tablas que formaban tres paredes, por encima de las cuales estaban extendidas cuatro cubiertas sobrepuestas.