El creyente no puede perder su salvación
Satanás jamás deja descansar al creyente. Sin cesar está en actividad (Job 1:7; 2:2), acusando a los hermanos día y noche ante Dios (Apocalipsis 12:10), procurando hacerlos tropezar o bien intentando turbarlos. Desde el principio, sus medios para efectuar esta obra de destrucción son los mismos. Todavía hoy, con el fin de hacer vacilar la fe, siembra la duda en los corazones y siempre utiliza el “¿Conque Dios os ha dicho?” de Génesis 3:1.
El testimonio de nuestro Señor
2 Tesalonicenses 1:8
El “testimonio de nuestro Señor” es algo que existe en la tierra aun en un tiempo de ruina espiritual, como el que estamos atravesando en la cristiandad. En 2 Timoteo 1:8 el apóstol dice a su verdadero hijo en la fe: Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón
Salmos 139:23
Dios tiene un conocimiento perfecto no solo de cuanto decimos o hacemos, sino también de nuestros pensamientos más secretos. Discierne todo lo que nuestro corazón encierra, aun cuando nosotros mismos no alcancemos a percibirlo en la mayoría de los casos.
Fe y circunstancias
Las siguientes líneas tienen por objeto responder una pregunta hecha por un creyente: