Temas prácticos de la vida cristiana

Temas practicos de la vida cristiana

Introducción

Nada tiene valor a los ojos de Dios sino lo que brota del amor personal a Cristo y de la comunión con él. Podemos saber las Escrituras al dedillo; podemos predicar con notable elocuencia y fluidez, con una fluidez tal que las almas poco experimentadas pueden muy fácilmente confundir con «poder»; pero, oh, si nuestros corazones no beben profundamente de la Fuente; si el motor que los anima no es hacer del amor de Cristo una realidad práctica, todo terminará en algo fugaz y pasajero. He aprendido –ya en lo que respecta a mí o a los demás– a estar cada vez más insatisfecho con todo lo que esté por debajo de una comunión permanente, profunda, divinamente forjada con el adorable Señor y de una plena conformidad con él. Detesto las extravagancias; las meras opiniones me dan miedo; evito las controversias; cualquier sistema de doctrina, teoría, escuela de pensamiento, en una palabra, todo «ismo» lo considero carente de valor. Mi anhelo, en cambio, es conocer más de la preciosa persona de Cristo, de su obra y de su gloria. Y entonces, vivir para él: Trabajar, testificar, predicar y orar, hacerlo todo para Cristo y mediante la obra de su gracia en nuestros corazones.