Como Faraón, turbado por un sueño, los hombres están hoy día atormentados, ansiosos. El futuro les inquieta. Se sienten a la merced de imprevisibles catástrofes. No obstante, la Biblia contiene todo lo que el hombre puede saber respecto al porvenir. Pero las profecías son incomprensibles para aquellos que no tienen el Espíritu de Dios. En vano Faraón consulta a los más sabios de su reino. Ante Dios toda la sabiduría humana fracasa. Entonces aparece José. Le son abiertas las puertas de la cárcel y, con la sabiduría de lo alto viene a traer “una respuesta de paz” a Faraón. No deja de aclarar que esta respuesta viene de Dios y no de él mismo (comp. Daniel 2:28).
Un cristiano que conoce la Biblia sabe más sobre el porvenir del mundo que los hombres políticos más listos. Por el Espíritu Santo, Dios “nos ha dado entendimiento” (leer Juan 16:13; 1 Juan 2:20, 5:20). Espiritualmente hablando, nuestra época corresponde a un período de abundancia. Para el mundo será seguida por un tiempo de hambre anunciado por los profetas,
No hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.
(Amós 8:11)
El tiempo de la gracia habrá terminado. Lector, ¿está usted preparado?
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"