La gracia limpia y perdona

Lucas 5:12-26

Un pobre leproso vino a Jesús, reconociendo Su poder. Fue curado por la voluntad del amor del Señor. El versículo 16 nos revela nuevamente el secreto de este Hombre perfecto: su vida de oración. La perfección para un hombre consiste en vivir en una entera dependencia de Dios, y esta dependencia halla su expresión en la oración. Por eso a cada momento Lucas nos muestra a nuestro incomparable Modelo en esta actitud bendita (cap. 3:21; 5:16; 6:12; 9:18, 29; 11:1; 22:32, 44). Luego vemos el esfuerzo desplegado por cuatro personas para poner a un pobre paralítico en contacto con Jesús (Marcos 2:3). ¡Que este celo y esta fe perseverante nos animen! Podemos llevar al Señor también, por medio de la oración, a aquellos cuya conversión nos preocupa; quizás podemos invitarlos a acompañarnos donde él nos ha prometido su presencia.

En los capítulos 4 y 5 el pecado nos es presentado bajo diferentes aspectos: como poder de Satanás sobre los endemoniados (cap. 4:33, 41); bajo forma de mancha en el leproso y, finalmente, como estado de muerte ante Dios en el paralítico. Jesús vino a responder a estos tres caracteres: él es el que libra, el que purifica y el que devuelve al hombre el uso de sus facultades para Dios.

Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"