Israel vuelve a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, quien esta vez se sirve de Madián para disciplinarlo de la manera anunciada en Deuteronomio 28:33. Cada año, después de la siembra, ese pueblo subía como una invasión de langostas, se apoderaba de los víveres y del ganado, saqueaba y devastaba todo el país.
¿Qué hace Satanás para debilitar al creyente, para “empobrecerle” espiritualmente? Se esfuerza en quitarle su alimento. ¿Notó usted cómo a veces todo parece confabularse contra nosotros para impedir que leamos la Biblia o para privarnos de una reunión de edificación? Es la obra del diablo, no lo dudemos. Él conoce la fuerza que podemos hallar allí y teme a esta fuerza.
Muchos jóvenes sueñan con hacerse fuertes, con ser campeones. ¡Deben imitar a Gedeón! Este es un hombre valiente (v. 12), enérgico, que se esfuerza para asegurar su subsistencia y para proteger a su familia de la escasez. ¡Fuertes y valientes! Por supuesto, no se trata de nuestros músculos, sino del ánimo y de la decisión de corazón para con el Señor; Dios mira (v. 14) y considera si mostramos esa virtud en nuestra vida diaria.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"