Una misma frase anuncia las bendiciones que Jehová tiene reservadas para su pueblo y la incalificable traición de este al volverse tras otros dioses (v. 20). Advertido sobre el sombrío porvenir que se está preparando Israel, Josué, no obstante, es exhortado a fortalecerse (v. 23). Porque no obtendrá su fuerza del pueblo, sino de Jehová. Queridos jóvenes, sin duda alguna descubrirán muchas debilidades y faltas en los cristianos que conocen. Los mayores distan mucho de dar siempre un buen ejemplo. Las reuniones que ustedes frecuentan a veces les brindan muy poca edificación. ¿Acaso no hay motivos para desanimarse? Mirando a las personas no puede ser de otra manera. Pero si sus miradas están fijas en Jesús, pueden estar seguros de que no se decepcionarán. En él se hallan inagotables provisiones de gracia y de perfección capaces de suplir todas nuestras carencias.
Moisés, Josué y Pablo sabían cómo seguiría su obra en este mundo.
Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino (dice Moisés).
(v. 29)
“Yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces”, anuncia Pablo (Hechos 20:29). Pero también sabían en quién habían creído, y descansaban en su poder (2 Timoteo 1:12).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"