La Iglesia del Dios viviente n°6
Correlación entre asambleas
El terreno bíblico para reunirse es el reconocimiento de la existencia de un solo Cuerpo de Cristo y que, por lo tanto, el único centro divino es el nombre de Cristo. Nos reunimos en Su nombre o hacia Su nombre. A continuación haremos un estudio de la correlación que debe existir entre tales asambleas así reunidas.
La Iglesia, el cuerpo de Cristo
«Dios tiene una Iglesia en el mundo. Así como antaño había una “congregación en el desierto” (Hechos 7:38), hay hoy una Iglesia que pasa por este mundo como Israel pasaba por el desierto. Israel no era del desierto, sino que pasaba a través de él; la Iglesia de Dios no es del mundo (Juan 17:16): no hace más que atravesarlo. Hay actualmente en la tierra “un Cuerpo”, en el que habita el Espíritu, unido a Cristo, la Cabeza. Esa Iglesia, ese Cuerpo, está constituido por todos los que creen verdaderamente en el Hijo de Dios, y que están unidos en virtud del gran hecho de la presencia del Espíritu Santo. No se trata de una opinión, o de cierta idea que pueda aceptar o no a gusto de cada cual. Es un hecho divino.
Congregados en el Nombre del Señor
Una declaración concisa de principios
Convencidos como están de la autoridad absoluta de la Palabra de Dios y la entereza de sus enseñanzas, los hermanos que se congregan hacia el Nombre del Señor creen en la unidad de la Iglesia, formada sobre la tierra por el Espíritu Santo y que incluye a todos los hijos de Dios.
Diversidad y unidad
Es a la vez interesante e instructivo señalar las variadas líneas de verdad presentadas en el Nuevo Testamento, y ver que todas hallan su centro en esa bendita Persona que es la verdad. Vemos esto tanto en los Evangelios como en las Epístolas. Cada uno de los cuatro Evangelistas, bajo la guía y el poder directos del Espíritu Santo, nos dan una visión particular de Cristo.
El cuerpo de Cristo
“¿Por qué me persigues?”,
La marcha de la asamblea
Un cuerpo
Estos pasajes presentan una verdad que yo creo que es de fundamental importancia para todos nosotros, tanto individual como corporativamente: la Iglesia en su conjunto es el templo de Dios, y todo creyente es hecho tal, de manera tan real, literal y absoluta, como el templo de la antigüedad en que Dios moraba; solo que, naturalmente, de una manera diferente.
La unidad del cuerpo en la práctica
1 Corintios 12
En este punto nos parece apropiado formular la siguiente pregunta: ¿Cuál debería ser la actitud de los cristianos respecto de la gran verdad fundamental de la unidad del cuerpo? No puede cuestionarse que se trata de una verdad claramente establecida en el Nuevo Testamento.
La verdad de la unidad del cuerpo de Cristo
Creemos que es sumamente importante insistir en este principio: que solo podemos creer una doctrina sobre la base de que está revelada en la Palabra de Dios. De esta forma creemos todas las grandes verdades del cristianismo. Todo lo que conocemos y creemos en el orden espiritual, celestial o divino es porque está revelado en la Palabra de Dios. ¿Cómo sé que soy un pecador?