La Iglesia
Las páginas que siguen tienen por objeto recordar las enseñanzas de las Sagradas Escrituras acerca del importante asunto de la Iglesia o Asamblea del Dios viviente (1 Timoteo 3:15). El estado actual del mundo cristianizado no es precisamente el mismo que el del tiempo en que el Señor ponía de nuevo en luz, por medio de servidores calificados, muchas verdades olvidadas. Estas verdades han sido difundidas quizá mucho más de lo que ellos pudieron sospechar. Pero el enemigo las ha mezclado artificiosamente con innumerables y perniciosos errores, por lo cual no es siempre fácil separar lo que se halla fundado en la Palabra de Dios de lo que es inaceptable para todo aquel que desee obedecer a la Palabra.
Perseveraban en las oraciones
Hechos 2:42
La oración tanto colectiva como en común que hallamos en Mateo 18, está asociada a la promesa del Señor, lo cual le da un gran valor. Por eso no se puede concebir una Asamblea local sin la reunión de oración, tampoco que un creyente no ore individualmente, ya que sería negarse venir a la fuente.
Todo
Colosenses 3:17
Me dirijo a los jóvenes que conocen a Jesús, que desean servirle y quizá suspiren pensando: ¿Qué puedo hacer para el Señor? A los que están esperando una ocasión importante, un llamado particular para cumplir algo que pueda ser valorado, en verdad, como «servicio para el Señor».
Todo
Colosenses 3:17
Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.(Colosenses 3:17)Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. (1 Corintios 10:31)