Descubriendo el amor del Señor por nosotros
Cantar de los Cantares 1:1-17
El Cantar nos presenta el amor divino, el único que lo puede llenar. Precisemos que ante todo se trata, en figura, de las futuras relaciones del Rey, Cristo, con Israel, su Esposa terrenal.
Dulzura de la comunión con Él – Los obstáculos
Cantar de los Cantares 2:1-17
Un manzano se distingue de los árboles del bosque por sus frutos.En medio de los hombres solo Cristo produjo para Dios ese fruto, cuya dulzura pueden saborear ahora los redimidos.
¿Dónde encontrarlo? ¿Qué significan estos perfumes?
Cantar de los Cantares 3:1-11
No nos extrañemos si tenemos dificultad para hallar la presencia del Señor en nuestra cama o, al contrario, en la algarabía de la ciudad.
El Señor desea entrar en nuestro corazón
Cantar de los Cantares 4:1-16 – Cantar de los Cantares 5:1
Mientras el Señor considera con encanto la belleza de su Esposa, ¿a dónde se dirigen las miradas de ella?
Sobresalto de un amor dormido
Cantar de los Cantares 5:2-16
¡Cuántas veces podemos reconocernos en el egoísmo y la culpable indolencia de la amada!
El Señor viene a su huerto
Cantar de los Cantares 6:1-13
La ardiente descripción que la sulamita hizo de su amado lleva a otros a buscarle.
Él nos amó primero
Cantar de los Cantares 7:1-13
El salmo 45 declaraba a la Esposa terrenal: “Deseará el rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es tu señor”.De algún modo, el Cantar contiene la respuesta a esa invitación: “Yo soy de mi amado” dice la desposada del Rey (v. 10).
Ante todo, gozar de su amor por nosotros
Cantar de los Cantares 8:1-14
Después de todas las pruebas que habrán purificado los afectos de la Esposa judía, estos no tendrán la feliz serenidad de los que siente hoy la Iglesia.