Pablo llegó a Derbe y Listra donde se habían constituido iglesias durante su primer viaje. Allí vemos al joven Timoteo, cuyo nombre significa «honrado por Dios». Este había sido instruido en el conocimiento de las Sagradas Escrituras por una madre y una abuela piadosas (2 Timoteo 1:5; 3:15). ¡Feliz preparación para el servicio que en adelante debería cumplir con el apóstol, como un hijo que sirve a su padre! (Filipenses 2:22).
El “nos”, empleado desde el versículo 10 muestra que Lucas, el autor del libro, a partir de ese momento se unió a ellos en la obra del Señor. Observando el mapa podemos darnos cuenta de que después de haber tratado de ir primero a la izquierda, a la provincia de Asia (la región de Efeso), y luego a la derecha, a Bitinia, el apóstol y sus compañeros fueron llamados por el Espíritu a ir al frente de ellos, hacia Macedonia, al otro lado del mar Egeo. Cuando Dios cierra las puertas, el siervo obediente no debe insistir, sino esperar las directrices de arriba.
Filipos fue la primera ciudad de Europa que oyó el Evangelio; y la primera conversión mencionada es la de Lidia. El Señor abrió el corazón de esta mujer para que estuviese atenta… Pidámosle que abra también el nuestro y que nos guarde de toda distracción cada vez que la Palabra nos sea presentada.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"