Aquí empieza una nueva división del libro de los Hechos. La iglesia de Antioquía viene a ser el punto de partida de la obra que se cumplirá entre las naciones. Bernabé y Saulo se fueron, llamados y apartados por el Espíritu Santo y acompañados por las oraciones de la iglesia. Su primera estación fue la isla de Chipre, de la cual Bernabé era oriundo (cap. 4:36). Al llegar a Pafos, los apóstoles fueron convocados por el procónsul Sergio Paulo, el más alto funcionario romano de la isla. Este “varón prudente” conocía al Dios de los judíos y deseaba oír su Palabra. Pero estaba aconsejado por un inquietante personaje: Elimas, mago judío, quien ejerciendo una actividad abominable a los ojos de Dios (véase Deuteronomio 18:9-10), aprovechaba las necesidades espirituales de Sergio Paulo para influir nefastamente sobre él. La oposición de ese hombre produjo precisamente lo que buscaba impedir y permitió que Pablo –llamado así por primera vez– diera al procónsul una prueba del poder del Señor castigando al falso profeta.
Elimas es una figura del pueblo judío, el cual a causa de su resistencia al Espíritu de Dios ha sido enceguecido “por algún tiempo”, para beneficio de las naciones.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"