La vara que Dios emplea ahora para disciplinar a su pueblo es Moab. En otros tiempos, Jehová había impedido que esta misma nación maldijera a Israel por boca de Balaam. Dieciocho años transcurren antes de que el pueblo se vuelva a Jehová; anteriormente, ocho años habían bastado (v. 8). En su misericordia Dios le suscita un salvador: Aod, benjamita.
Aod tiene una "palabra de Dios" (v. 20) para Eglón, rey de Moab. Esa solemne palabra no es sino su puñal de doble filo que significa la muerte para el malo. La epístola a los Hebreos compara la Palabra de Dios viva y eficaz con una espada de dos filos (Hebreos 4:12). Hoy en día, esa Palabra es bienhechora para aquel que se deja sondear por ella, pero condena y hará perecer a los que no hayan creído (Apocalipsis 19:13-15). El arma de Samgar también es la Palabra de Dios, pero esta vez como la ve el mundo: un instrumento sin valor aparente. Sin embargo, esa arma tiene un gran poder y basta para liberar a Israel otra vez.
Debilidad del hombre (Aod era zurdo), debilidad del instrumento (la aguijada de Samgar): una y otra hacen resaltar el poder de Dios que libera a los que le claman.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"