Tenemos aquí el «libro de oro» de los compañeros del rey. En tiempos pasados combatieron y sufrieron con él. Ahora reinan con él (2 Timoteo 2:12). Es una gloriosa página en la que cada nombre y cada hazaña están fielmente contados. Del mismo modo, nada de lo que el Señor nos haya permitido hacer por él será olvidado. ¿No prometió:
Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente… no perderá su recompensa?
(Mateo 10:42).
Consideremos la expedición de tres valientes hombres al pozo de Belén; ¡arriesgan su vida por un poco de agua fresca! A sus ojos, el menor deseo de su jefe, al que aman, merece tal sacrificio. “Los tres valientes hicieron esto” (v. 17). ¿Estamos dispuestos a realizar actos de abnegación por amor a Jesús, un Señor infinitamente más grande?
El Señor valoriza exactamente la dificultad de lo que se hace para él: matar dos leones es una hazaña poco común, y la nieve lo hacía más difícil aún para el valiente Benaia. ¡El mal tiempo está especialmente mencionado!
Después encontramos la lista con los nombres de esos héroes. Todos están ahí, preciosos para el corazón del rey, inclusive el fiel Urías (v. 39). En cambio, pese a su actividad, Joab no figura en ella, ¡pero se halla el del escudero que llevaba sus armas! (v. 37).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"