Pocas porciones de la Biblia han sido objeto de tantas discusiones como las enseñanzas de estos versículos (v. 16). ¿Por qué se ocupa el apóstol –o más bien el Espíritu Santo– en cuestiones aparentemente tan mínimas como el hecho de que la mujer lleve el cabello largo o que se cubra la cabeza en ciertas ocasiones? Primeramente, recordemos que nuestro cristianismo no consiste en algunos actos destacables cumplidos de vez en cuando, sino que está compuesto por un conjunto de detalles que entretejen nuestra vida cotidiana (Lucas 16:10). Por otra parte, Dios es soberano y no está obligado a darnos razones de todo lo que nos pide en su Palabra. Obedecer sin discutir es la única verdadera obediencia. Así estas instrucciones son una clase de test para cada mujer o joven cristiana; es como si el Señor le preguntara: «¿Harás esto por mí? ¿Mostrarás tu dependencia y sumisión mediante esa señal exterior, o pondrás en primer lugar las exigencias de la moda o de la comodidad?».
Finalmente, no olvidemos este solemne hecho: los ángeles observan de qué manera los creyentes responden al pensamiento de Dios. El versículo 10 nos dice:
La mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.
¿Qué espectáculo les ofrecemos?
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"