Preguntas frecuentes sobre temas bíblicos ¿qué enseña la Biblia?
Ocho series de preguntas y respuestas acerca de los fundamentos de la fe cristiana
Estas series de preguntas frecuentes se dirigen principalmente a creyentes que aún son jóvenes en la fe, los cuales, si bien se formulan muchas preguntas, a menudo no tienen acceso a una enseñanza bíblica concisa. Esta obra busca suplir, en alguna medida, estas necesidades, procurando presentar la mayor cantidad posible de verdades con un mínimo de palabras.
Algunos dicen que nosotros –la Iglesia– no somos la Esposa, sino solamente Israel. ¿Es esto correcto?
No, tal afirmación es incomprensible si leemos atentamente la Palabra de Dios y no introducimos nuestros propios pensamientos; pues en este punto la Palabra esta más que clara. La Esposa (Efesios 5:25-33) es presentada en Apocalipsis 21:2 y 9 como “descendiendo del cielo”. ¿Acaso se puede decir que se trate de Israel? ¡Israel no puede descender del cielo!
La salvación – ¿recompensa o donación?
¿Qué es? Entre la humanidad hay innumerables opiniones acerca de cómo se ha de salvar el alma. Esto se debe a los distintos pensamientos de los hombres, porque no hay ambigüedad alguna tocante a este asunto tal como es revelado en las Sagradas Escrituras.
¿Cómo he de imaginarme el “Milenio”?
El milenio es caracterizado especialmente por el hecho de que Cristo como Rey y Mesías morará sobre esta tierra, en medio del renovado pueblo de Israel y en medio de la creación renovada.
¿Cómo se debe entender Levítico 13:13 donde leemos: “Y si la lepra hubiere cubierto todo su cuerpo, declarará limpio al llagado; toda ella se ha vuelto blanca, y él es limpio”?
La respuesta seguramente no es fácil. De todos modos, parece que el significado espiritual tiene suma importancia.
¿Cuál es la diferencia entre las dos expresiones “reconciliación” y “propiciación”?
En primer lugar, quisiera decir que no es Dios el que tuvo que ser reconciliado, como por desgracia algunos lo enseñan equivocadamente. Cristo ha consumado la obra grande de la reconciliación, y en virtud de esta obra nos llevó a la presencia de Dios como tales que ahora estamos reconciliados con Dios. La reconciliación, pues, es para nosotros.
¿Hay que distinguir entre el “reino” y la “Iglesia”?
Ciertamente, y creo que la diferencia es importante. El “reino” abarca la futura manifestación del poder y de la autoridad del Señor, ante todo en sus relaciones con Israel y con la creación (1 Corintios 15:24; 2 Pedro 1:16-17; Salmo 145). Sin embargo, la “Iglesia” abarca a todos los que se salvan en la actualidad.
¿Podría usted darme una explicación exacta de las palabras “pecado” y “pecados”?
Los “pecados” son lo que hemos hecho, mientras que el “pecado” es lo que somos. Cristo murió por nuestros “pecados”, y en Cristo he muerto al “pecado”. Los “pecados” me han sido perdonados, sin embargo, el “pecado” no puede ser perdonados; Dios solamente puede juzgarlo.
¿Se puede deducir de Hebreos 9:28 que habrá creyentes que no tendrán parte en el arrebatamiento o rapto?
Hebreos 9:28
¡No! La Esposa de Cristo, la Iglesia, es una e indivisible. Este versículo no habla de ninguna manera de una selección. Por primera vez nuestro Señor apareció aquí en la tierra para cumplir la obra de la redención y por segunda vez aparecerá para llevar a la casa del Padre a todos los que aceptaron su obra por la fe.
¿Se salvan los niños fallecidos temprano de la misma manera como los adultos?
Nadie, ni los niños ni los ancianos, puede salvarse, sino únicamente sobre la base de la obra expiatoria de nuestro gran Salvador Jesucristo. En Mateo 18:1-14, el Señor habla acerca de eso. Dice a los discípulos: “Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños”.