Preguntas frecuentes sobre temas bíblicos ¿qué enseña la Biblia?

Ocho series de preguntas y respuestas acerca de los fundamentos de la fe cristiana

Introducción

La fe cristiana no es un sistema de reglas sino una relación con una persona viva: el Señor Jesucristo.

El primer capítulo consta de una serie de preguntas relacionadas con la persona del Señor: su deidad, su humanidad, su santidad (sin naturaleza pecaminosa) y su relación eterna con el Padre en su condición de Hijo. Pero, además de las glorias de su Persona, también consideraremos las glorias adquiridas merced a su obra en la cruz, de la que presentaremos algunos aspectos en el capítulo 2: la sustitución, la propiciación, la adquisición (o compra), la redención, etc.

Otra faceta de las glorias de Cristo tiene que ver con sus oficios: Él es nuestro gran Sumo Sacerdote, nuestro Abogado, y también será reconocido como Rey de Israel (capítulo 3).

El retorno del Señor comprende dos etapas: el arrebatamiento de sus redimidos –la gran esperanza cristiana– y su venida en gloria y poder a fin de establecer su reino durante el Milenio. Las preguntas y respuestas del capítulo 4 tienen como objetivo arrojar alguna luz sobre estos temas.

La muerte propiciatoria de Cristo es la base para la predicación de las Buenas Nuevas: el Evangelio de la salvación. Esto comprende dos grandes partes: por un lado, la justificación de los pecados –es decir, de nuestras acciones pecaminosas– y, por otro, la liberación del poder del pecado. Los capítulos 5 y 6, que tratan estos temas, también pueden ser leídos como una introducción a los primeros ocho capítulos de la epístola a los Romanos.

No obstante, el plan de Dios no se limita a la salvación individual de las almas. En su eterno consejo, y por medio del Espíritu, Dios se propuso formar un cuerpo y “congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos” (Juan 11:52). Y hay algo más grande y maravilloso aún: Dios deseaba unir este cuerpo, la Iglesia, con Cristo, y de manera tan íntima como lo está un cuerpo con su cabeza. El capítulo 7 presenta una serie de preguntas acerca del consejo eterno de Dios en relación con la Iglesia, como así también de la vida práctica de la Iglesia en nuestros días.

La presente obra concluye en el capítulo 8 con una breve consideración acerca de la inspiración verbal de las Escrituras. Este tema es de fundamental importancia, pues ninguna otra doctrina bíblica puede ser defendida de los ataques del enemigo si no se tiene la seguridad de que “toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16).