Apocalipsis » Capítulo 1

Version Reina Valera 1960

Cada Día las Escrituras
Himno a la persona del Señor Jesús
Apocalipsis 1:1-11

Cada Día las Escrituras
La gloria del Hijo del Hombre como Juez
Apocalipsis 1:12-20

1La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,

2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.3Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.4Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, 1 y de los siete espíritus que están delante de su trono; 2

5y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. 3 Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; 4 a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.7He aquí que viene con las nubes, 5 y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; 6 y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. 7 Sí, amén.8Yo soy el Alfa y la Omega, 8 principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, 1 el Todopoderoso.

9Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

10Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,11que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.12Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,

13y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, 9 vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 10 14Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; 11 sus ojos como llama de fuego;15y sus pies semejantes al bronce bruñido, 12 refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. 13 16Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.17Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; 14

18y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.19Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de éstas.20El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.
  • 1 a b Ex. 3.14.
  • 2Ap. 4.5.
  • 3Sal. 89.27.
  • 4Ex. 19.6; Ap. 5.10.
  • 5Dn. 7.13; Mt. 24.30; Mr. 13.26; Lc. 21.27; 1 Ts. 4.17.
  • 6Zac. 12.10; Jn. 19.34,37.
  • 7Zac. 12.10–14; Mt. 24.30.
  • 8Ap. 22.13.
  • 9Dn. 7.13.
  • 10Dn. 10.5.
  • 11Dn. 7.9.
  • 12Dn. 10.6.
  • 13Ez. 1.24.
  • 14Is. 44.6; 48.12; Ap. 2.8; 22.13.