El Hijo del Hombre que aparece aquí con los atributos de la justicia santa e inflexible, ¿es el humilde Jesús de los evangelios, nuestro tierno y bondadoso Salvador? Otrora Juan se recostaba sobre su pecho con confianza (Juan 13:25). Aquí cae a sus pies como muerto. ¡Qué contraste!
No debemos olvidar este lado de la gloria de Cristo.
El Padre… todo el juicio dio al Hijo
(Juan 5:22);
deberá ejercerlo más tarde contra los que no hayan creído (cap. 19-20). Pero desde ahora, mientras la Iglesia está en la tierra, se informa sobre el estado de cada una de sus asambleas (los siete candeleros de oro que deben brillar en su ausencia). Sí, el Señor puede perdonarlo todo. Él murió y resucitó para darnos el perdón y la vida (v. 18). Pero tampoco puede pasar nada por alto. Sus ojos son como “llama de fuego” (cap. 2:18; 19:12); nada se les escapa.
El versículo 19 suministra el plan general del libro.
1° “Las cosas que has visto”: esa solemne aparición del Señor de gloria (cap. 1:12);
2° “Las que son”: la historia actual de la Iglesia responsable (cap. 2 y 3)
3° “Las que han de ser después de éstas”: los acontecimientos proféticos que pronto se cumplirán (cap. 4 al 22).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"