Lot abrumado, lento para obedecer

Génesis 19:1-14

¡Qué contraste entre la feliz visita que los ángeles hicieron a Abraham a mediodía y la penosa misión que al atardecer del mismo día les lleva a Sodoma! ¡Y cuánta dificultad para aceptar la invitación de Lot por solicita que esta sea! (v. 2). ¿Cómo podrían tener comunión con ese creyente que se encuentra en una posición errónea? Entran en su casa solo para protegerlo y liberarlo. Además, Lot nunca estuvo a gusto en esa ciudad pervertida. No lo habríamos sabido si el Nuevo Testamento no nos lo hubiese revelado. Pero Dios, quien conoce los corazones, nos dice que Lot era un justo y que, lejos de acomodarse en el mal, “afligía cada día su alma justa viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos” (2 Pedro 2:8).

Iniquidad que los hombres de Sodoma no tienen vergüenza de ostentar durante esa noche dramática (comp. Isaías 3:9). De modo que Jehová, quien había dicho: “Y si no” –es decir, si no es verdad– lo sabré” (cap. 18:21), no tiene necesidad de otra prueba, porque esos hombres atestiguan contra ellos mismos.

Lot no es tomado en serio, ni siquiera por sus yernos. Cuando un creyente, durante algún tiempo, ha andado con el mundo, carece de autoridad para hablarle de juicio. No lo escuchan.

Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"