Peligro del ocultismo

Deuteronomio 18:1-22

Este capítulo nos presenta a las personas que asumen una posición religiosa. Los profetas en particular son hombres que cumplen la función de hablar en nombre del Señor. ¡Qué extravío tan terrible cuando no son fieles! Porque fiándonos de ellos corremos el peligro de tomar por palabra de Dios lo que no es más que mentira (véase 1 Reyes 22:22).

Los versículos 9-12 ponen al pueblo de Dios sobre aviso contra la actividad de los astrólogos, magos, adivinos, espiritistas y, en fin, contra todas las formas del ocultismo. Hoy en día, más que nunca, multitud de personas corren tras esas prácticas abominables. Dios siente horror por ellas; que él nos ayude a sentir como él y a apartarnos.

Israel conoció sucesivamente el período de los jueces, de los reyes y de los profetas. Unos y otros demasiado a menudo fueron pastores infieles. Entonces, para pastorear a su pueblo, Dios envió a Aquel que, entre otros títulos de gloria, es llamado el Juez justo, el Rey de reyes, el Profeta mencionado en el versículo 15, al cual Israel esperaba. Pedro, al predicar el Evangelio a los judíos, podía apoyarse en estos versículos para anunciarles al Señor, quien es la Palabra misma. Escuchémoslo en todo cuanto pueda decirnos (v. 15; Hechos 3:22; 7:37).

Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"