Coré se enalteció en su pensamiento (v. 1-2). Mas escrito está: “Cualquiera que se enaltece, será humillado” (Lucas 14:11). Los Proverbios confirman esta regla tan frecuentemente verificada en la historia de los hombres:
Antes del quebrantamiento es la soberbia…
(Proverbios 16:18)
Para los insurrectos, esta ruina no se hace esperar. ¡Qué escena más espantosa! La tierra misma se abre bajo sus pies; son tragados vivos con todas sus pertenencias. Moisés había advertido: “Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos” (v. 26), y fue lo que evidentemente hicieron los hijos de Coré. Supieron tomar partido por Dios más bien que por su padre, reconociendo así en él a un hombre malo. En efecto, el capítulo 26:11 nos informa que “los hijos de Coré no murieron”. Más tarde los encontramos como cantores y compositores de salmos, por ejemplo, el Salmo 84 donde su historia se da como resumen: “Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios (los coritas eran también porteros del templo), que habitar en las moradas de maldad” (v. 10). ¡Incluso si esas tiendas eran las de su propio padre!
Somos hijos de una raza culpable, pero si hemos creído, también seremos guardados de un juicio aún más terrible. ¡Cuán grande es la gracia de Dios!
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"