Aunque las «Crónicas” son libros de la gracia, deben concluir que “no hubo ya remedio” (v. 16); porque cuando se menosprecia la gracia, no queda sino
Una horrenda expectación de juicio
(Hebreos 10:27).
Las palabras del versículo 15: “Él tenía misericordia de su pueblo”, vienen a ser en el versículo 17: “Y no tuvo compasión” (V. M.)
De la misma manera, el que “tuvo compasión” de las multitudes… poco después pronunció una sentencia inapelable contra las ciudades de donde venían esas muchedumbres (Mateo 9:36; 11:21-23). Pese a esto, hallamos aquí todavía la misericordia divina. Al contrario de los Reyes, las Crónicas pasan muy rápidamente sobre este triste período final. Y estos libros no terminan con la transportación misma, sino con el decreto de Ciro (v. 22-23) que le pone fin, setenta años más tarde. Así, a pesar de todo, la insondable gracia de Dios tiene la última palabra.
Estos acontecimientos no son relatados como lo harían nuestros libros de historia. Dios no nos cuenta los hechos sencillamente para interesar nuestro espíritu y enriquecer nuestra memoria. Su intención es hablar a nuestra conciencia y tocar nuestro corazón. ¿Alcanzó esta meta al dirigirse a usted?
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"