Se comprende la lucha interior que hay en el corazón de Daniel cuando descubre el significado del sueño. En semejantes circunstancias, decir la verdad lo expone a la muerte. Pero no flojea. El sentimiento de la misión que recibió de Dios le da la valentía necesaria para abrir ante los ojos del rey el libro de su porvenir, valentía que no excluye la sabiduría y la mansedumbre; sabe
hablar con un espíritu de gracia sazonada con sal
Colosenses 4:6).
¡El Señor nos aliente por medio del ejemplo de ese fiel siervo! Nosotros que sabemos por la Palabra cuál será la suerte eterna de los pecadores sin arrepentimiento, no escondamos ese terrible lado de la Verdad por miedo a desagradar a los hombres.
El gran árbol, figura del rey, también representa al mundo en general (véase Ezequiel 31:3-9). Soberbio y floreciente (v. 4), está organizado para satisfacer todas las necesidades y codicias de la humanidad. Su sombra protectora y sus variadas ramas ofrecen a cada uno su lugar y su alimento (v. 21). El mundo solo olvida una cosa: que “el Altísimo tiene dominio” (v. 25). Por eso el juicio va a caer sobre él, y Dios, mediante su Palabra, advierte a cada uno: “Tus pecados redime con justicia” (v. 27) y reconcíliate con Dios (comp. Isaías 58:6-7).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"