Como resultado de la intransigencia de Roboam, diez tribus se separan y van con Jeroboam. En cuanto a la descendencia de Salomón, solo conservará la tribu de Judá y Benjamín. A partir de aquí, seguiremos paralelamente la historia de estos dos reinos. Hasta el fin del segundo libro de los Reyes se habla más bien de la del reino de Israel (las diez tribus), mientras que en el segundo libro de Crónicas se retoma el relato respecto del reino de Judá.
Con una corta frase Dios detiene la guerra civil que se prepara:
Esto lo he hecho yo
(v. 24).
¡Cuán importante es esta pequeña frase también para nosotros! Nuestros proyectos ¿son contrariados por una dificultad o un impedimento? ¡Prestemos oído! Sin duda, oímos la misma voz que nos dice: “Esto lo he hecho yo”.
Después se relatan los primeros hechos de Jeroboam. Hace dos becerros de oro (comp. sus palabras en el v. 28 con las de Aarón en Éxodo 32:4). Son los elementos característicos de un culto enteramente inventado por el hombre, experto en utilizar la religión para fines personales (léase Oseas 8:4-5). De un reino a otro oiremos hablar de este pecado de Jeroboam.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"