Para Sansón fue un gran privilegio haber nacido en una familia en la que Dios era personalmente conocido y temido. ¿Tenemos este mismo privilegio? ¡Entonces prestemos atención a la historia de este hombre! Empieza bien (cap. 13:24-25). Pero, en el momento de tomar mujer, la escoge de entre los filisteos, en contra del parecer de sus padres. ¡Qué amarga experiencia! Cuántos jóvenes cristianos hacen lo mismo. Emprenden el camino del matrimonio con la persona que les “agrada” (v. 3), sin preocuparse por saber si primero agrada al Señor.
Para comprender bien la historia de Sansón es necesario recordar lo siguiente: cuando el hombre actúa por sí mismo, ¡cuán triste es! Pero cuando Dios obra por medio de él (valiéndose aun de sus faltas: es el sentido del versículo 4) ¡cuán glorioso es! Y lo que Dios hace a través de Sansón, ese hombre fuerte puesto aparte para liberar a Israel, más de una vez evoca a Jesús, el verdadero Nazareo, el gran vencedor de la cruz. Satanás, el león rugiente, se presentó en el camino de Cristo y este lo venció. De manera que el terrible adversario ahora no tiene más fuerza contra el creyente, quien halla su fortaleza apoyándose en el Señor.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"