Se comparó este libro de los Proverbios a un hilo conductor que, «en el laberinto de este mundo en que un paso en falso puede traer tan amargos resultados, nos muestra el camino de la prudencia y de la vida». En medio del aparente desorden de las sentencias, cada uno puede hallar las prácticas instrucciones que necesita para evitar muchos lazos (v. 25). Mentira, chismes, espíritu de venganza, fraude, compromisos no cumplidos…: para ser guardado de esos peligros, es prudente rehuir la compañía de ciertas personas. “No te entremetas, pues, con el suelto de lengua” recomienda el versículo 19. Al frecuentarlo, solo cosecharemos maledicencias y calumnias, mas ninguna edificación. Y nuestras propias confidencias serán propaladas por todas partes. En contraste, los labios del conocimiento son como un hermoso florero que resalta la belleza del ramo de verdades presentadas (v. 15; Efesios 4:29). Busquemos, pues, la compañía de los que pueden comunicarnos las enseñanzas de la Sabiduría (comp. 8:11, 19); esta tiene más precio que el oro perecedero o que muchas piedras preciosas. “La gloria de los jóvenes es su fuerza” (v. 29): una fuerza que tiene su fuente en el Señor y que los hace capaces de vencer al maligno (Efesios 6:10; 1 Juan 2:14).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"