Los versículos 16 y 17 nos enseñan cuáles son los verdaderos valores aquí abajo: el temor de Dios con el amor que viene de él. “Gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento”, atesta el apóstol. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Timoteo 6:6-8).
Subrayemos este versículo:
La palabra a su tiempo, ¡cuán buena es (v.23)!
¡Cuántas veces guardamos silencio cuando habría que decir una palabra! Y, en general, ello se debe a una falta de ánimo o de dependencia del Espíritu Santo (Mateo 10:19-20). Pero cuando, con el socorro del Señor, hemos aprovechado la ocasión para hablar de Él, experimentamos la primera parte de este versículo: el gozo viene a llenar nuestro propio corazón.
Nuestro capítulo se termina con este proverbio tan a menudo comentado por el Señor Jesús: “A la honra precede la humildad” (véase Mateo 18:4; 19:30; 20:27-28; 23:11-12 y sig.). Pero Él no se contentó con enseñarlo con sus palabras. ¿Quién jamás se humilló como Él? Por eso, nadie será más exaltado.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"