Algunas observaciones
1. El desorden sólo será evitado si cada uno está dispuesto a someterse enteramente a la dirección del Espíritu en toda humildad y confianza (léase 1 Pedro 5:5-7; Filipenses 2:3-11; Efesios 5:18-21).
2. La acción del Espíritu Santo es fácilmente impedida por acciones humanas (léase Efesios 4:29-32; 5:1-2), por falta de amor, de agradecimiento o de obediencia (léase 1 Tesalonicenses 5:12-24; Gálatas 5:13-26).
3. El principio, el centro y el fin de todo es, y ha de ser para cada creyente como para la Iglesia, el Señor Jesús (léase Juan 1:1-4; Colosenses 3:12-17; Apocalipsis 22:16-17, 20).