Dios es eterno, los hombres son mortales

Salmos 90

El comienzo de un año o de una nueva etapa en nuestra vida es el momento favorable para hacer «un balance» de nuestra situación. Al mirar atrás, el creyente puede exclamar con gratitud: “Señor, tú nos has sido refugio…” (v. 1). Tener a Dios mismo como “roca de refugio”, ¡qué dicha y qué seguridad para el fiel”! (Salmo 71:3). En cuanto al presente, él mide su corta existencia aquí abajo, antes de que para cada uno se haga oír la orden de volver al polvo y pide a Dios que le enseñe a contar sus días con miras a adquirir un corazón sabio (v. 12). Esta sabiduría, según Efesios 5:15-16, nos llevará a aprovechar bien el tiempo (o a redimir el tiempo, según la expresión de la carta a los Colosenses 4:5). Sí, estos años que se acaban “como un pensamiento”, empleémoslos para el Señor (v. 9).

Y a usted, lector inconverso, tal vez sea la última oportunidad de aceptar a Jesús como su Salvador: aprovéchela sin tardar.

Este salmo, “oración de Moisés, varón de Dios”, estará en la boca del arrepentido Israel en los últimos tiempos. Pero los redimidos del Señor que conocen su inmenso amor, pueden decir desde ahora–es decir, desde nuestra juventud– :

De mañana “sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días (v. 14).
 

Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"