La descendencia de Esaú

Génesis 36:1-43

Con el nacimiento de Benjamín la familia de Jacob ahora está completa (cap. 35:22-26). Paralelamente, la familia de Esaú prospera. Cuenta con numerosos jefes, incluso reyes (v. 35-39). Ciertos jóvenes ambicionan llegar a ser jefes, pero ¡cuánto mejor es obedecer al Señor y servir a los que Le pertenecen que tener autoridad sobre otras personas! El Señor lo enseña a sus discípulos:

Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas… Pero no será así entre vosotros, sino que el que… de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.
(Marcos 10:42-44)

Entre los hombres notables mencionados aquí, uno encontrará manantiales de agua caliente en el desierto, imagen de todas las decepciones de este mundo, de lo que no apaga la sed (v. 24 – N.C. y otras versiones). Otro, Amalec, llegará a ser el más acérrimo enemigo de Israel, y este último tendrá que enfrentarse con él a lo largo de su historia.

El final del versículo 8 nos recuerda: ¡“Esaú es Edom”! El nombre de Jacob, el suplantador, ha sido cambiado por Israel: Príncipe de Dios; mientras que Esaú llega a ser llamado Edom (cap. 25:30), que significa: «rojo», «potaje». ¡Ironía terrible! Este hombre y su descendencia, de generación en generación, han sido condenados a llevar como nombre el del plato cambiado por la primogenitura.

Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"