Compartid con vuestros hermanos el botín,
ordena Josué a los que se marchan (v. 8). Trátese de verdades bíblicas o de experiencias cristianas, el Señor nos invita a compartir con otros las riquezas espirituales adquiridas en la tierra de la promesa. Así como esos hombres podrían relatar a sus familias el traslado memorable a través del Jordán y las gloriosas victorias de Josué, un hijo de Dios podrá hablar de las “maravillas” hechas por el Señor a su favor o descubiertas en su Palabra (cap. 3:5).
Después de separarse, los guerreros de Rubén, Gad y Manasés erigen en la ribera del Jordán “un altar de grande apariencia”. En seguida sus hermanos de las otras tribus, preocupados por ellos, están a punto de intervenir. ¿Qué significará esa acción? ¿Acaso un desafío contra Jehová? ¿Una proclamación de independencia? Sea lo que fuere, he ahí una primera dificultad que nunca hubiese surgido si esas tribus hubieran entrado en Canaán. La encuesta es dirigida por Finees, sacerdote que en otra hora crítica de la historia del pueblo había dado prueba de su celo. Ardiendo en celo por causa de Jehová (Números 25:11), unió su amor por Dios con su amor por sus hermanos. ¡Dos sentimientos que son inseparables! (1 Juan 4:20-21).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"