Sus precedentes fracasos no desalentaron a Sanbalat, Tobías y Gesem. Hacen una proposición hipócrita a Nehemías: “Ven y reunámonos…”. El valle de Ono (o de los artífices: cap. 11:35), fijado como lugar de encuentro, sugiere una colaboración con los enemigos del pueblo de Dios. Pero el ofrecimiento es rechazado, pese a las amenazas que lo acompañan la quinta vez. Entonces se arma otra trampa por intermedio de un judío, Semaías. Por una falsa profecía ese agente del enemigo procura llevar a Nehemías (quien no era sacerdote) a desobedecer a Jehová, buscando asilo en el templo (véase 2Corintios 11:13; 1 Juan 4:11). Así actuaron los fariseos con el Señor Jesús. “Sal, y vete de aquí” –le dicen– “porque Herodes te quiere matar” (Lucas 13:31). Procuraban (y Satanás estaba detrás de ellos) espantar y hacer salir del camino de la fe a aquel que había afirmado su rostro para ir a Jerusalén (Lucas 9:51).
La doble ofensiva, frustrada por el fiel Nehemías, pone al creyente en guardia contra dos peligros opuestos: 1) Ensanchar el camino, al trabajar hombro a hombro con los que no se someten a la Palabra. 2) «Encerrarse» en un sectarismo pretencioso y egoísta.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"