La reunión tiene lugar junto al río Ahava. Para completar su tropa, Esdras está obligado a mandar a buscar a los levitas. “Los obreros (son) pocos” y “la mies es mucha” declaraba el Señor a sus discípulos (Mateo 9:37). Hoy es así todavía. Él considera a todos sus redimidos en la tierra y cuenta a los que están verdaderamente dispuestos a servirle.
¿Ahora está todo listo para la partida? No; ¡falta aun una cosa esencial! Así como un viajero no se pone en marcha sin haber estudiado el mapa, Esdras se preocupa por el camino que debe seguir. Y consulta a Jehová.
El camino derecho para nosotros, y para nuestros niños
(Esdras 8:21),
¿no es el de la entera obediencia a Dios? Cristo, el primero, lo allanó en este mundo (1 Pedro 2:21). De modo que la Biblia que nos muestra las perfectas huellas de ello, nos sirve –por decirlo así– de «carta de rutas». Sin embargo, a menudo erramos el verdadero y seguro camino porque nos extraviamos en las falsas pistas de nuestra propia voluntad. Humillación, dependencia, confianza en Dios más bien que en el hombre son otras tantas lecciones bendecidas que aprendemos en la compañía de Esdras… o mejor aun del Señor Jesús.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"