A partir de este capítulo, los Proverbios se presentan como una serie de sentencias inspiradas por la Sabiduría. No siempre es fácil captar su orden ni extraer de ellas los principales pensamientos. Por falta de lugar, aquí solo podremos detenernos cada día en un pequeño número de versículos.
El primero sirve de introducción general:
El hijo sabio alegra al padre (v.1).
Se completa con el versículo 24 del capítulo 23: “Mucho se alegrará el padre del justo” (véase también 15:20; 17:21, 25; 29:3). Pensemos en la satisfacción de nuestros padres cuando mostramos estos caracteres de justicia y de sabiduría según Dios. Pero, al mismo tiempo, elevémonos más alto para admirar al Hijo, cuya excelente sabiduría hacía las continuas delicias de su Padre. No solo en la eternidad pasada sino también durante su camino en la tierra (cap. 4:3; Mateo 3:17; 17:5).
Los versículos que siguen nos muestran en detalle de qué manera un hijo sabio honra y regocija a su padre: justicia práctica en la actividad (v. 4-5), en el andar (v. 9), en las palabras (v. 11, 13-14), esto es lo que manifestó Jesús y lo que regocijó infinitamente el corazón del Padre (véase Juan 8:29).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"