Una salvación tan grande

Una salvación

Introducción

La Biblia presenta esta “salvación tan grande, la cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad’’ (Hebreos 2:3-4).

Los creyentes que gozan de esta “salvación tan grande” conocen prácticamente algo de su valor. No obstante, solamente estudiando la Palabra de Dios con atención podremos entrever su verdadera grandeza. Por eso la finalidad de este libro es la de presentar la enseñanza de la Palabra sobre la salvación vista en su aplicación individual, mientras que los beneficios colectivos relacionados con la salvación son considerados brevemente aquí o allá.

La salvación tiene efectos muy vastos. Comprende todas las bendiciones que proporciona el Evangelio, no solamente el perdón de los pecados sino también todos los propósitos que el amor de Dios previó para sus hijos y para gloria del Señor Jesús. Conviene que consideremos una por una esas bendiciones. Por tal razón, cada uno de los capítulos que siguen desarrolla un aspecto particular de la salvación con el fin de permitir una mejor comprensión.

Así como no podemos ver simultáneamente los diferentes lados de un edificio, tampoco nos es posible captar el conjunto del plan divino de una sola vez. Debemos contentarnos con examinar un elemento tras otro. Pero, cada vez, el estudio detallado de un aspecto de la salvación nos regocijará y nos permitirá un progreso espiritual.

Después de este estudio detallado podremos vislumbrar mejor como un conjunto las bendiciones que Dios nos ha destinado. Así mantendremos un sano equilibrio que nos impida favorecer algún aspecto parcial. Tenemos que considerar las diferentes verdades sin separarlas, porque todas están ligadas entre sí.

Ojalá este tema nos ayude a crecer en el conocimiento de la salvación y de su Autor. De este modo nuestros corazones se sentirán cada vez más dispuestos a elevar a Dios las acciones de gracias y la alabanza.