"Por Jehová son ordenados los pasos del hombre" (v. 23).La independencia es característica de nuestra naturaleza. Reconocer que necesitamos a Dios para cada paso de nuestra vida cotidiana, es una verdad que no admitimos gustosos. ¡No aguardemos haber caído a menudo para convencernos de ello y aceptar la ayuda del Señor!
En este salmo se trata del justo (o de los justos). Se le da este nombre al fiel remanente judío; este poseerá el país (v. 9, 11, 22, 29, 34) después de la destrucción de los impíos, afirmación repetida cinco veces (v. 9, 22, 28, 34, 38). Hoy día, el hijo de Dios tiene el derecho de llevar el mismo título (Romanos 5:19). ¿Cómo se reconoce al justo? Él “tiene misericordia y da” (v. 21). Su boca habla sabiduría, y su lengua, justicia, “la ley de Dios está en su corazón” (v. 30-31). Amor, sabiduría, verdad, apego a la Palabra… ¿pueden todas estas cosas notarse en nuestro andar de cada día? Por nuestra parte podemos contar con la fuerza, la ayuda y la liberación de Dios (v. 39-40). Ver a un justo abandonado es una cosa inconcebible (v. 25; 2 Corintios 4:9). Y, no obstante, sabemos que el «Justo por excelencia» tuvo que serlo (Salmo 22:1; Job 34:17).
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"