Estas visiones se pueden comparar con una serie de diapositivas que proyectan los mismos cuadros o acontecimientos bajo perspectivas distintas y luminosidad diferente. El derrumbe de Babilonia es considerado aquí como cumplido directamente por “Dios el Señor” (v. 8, 20). Pero antes ha resonado un mandamiento en el versículo 4: “Salid de ella, pueblo mío” (compárese con la profecía de Jeremías contra la Babilonia histórica: cap. 51:7-8, 37, 45…). Este llamado ya se hace oír hoy: “Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor” (2 Corintios 6:17). Cada hijo de Dios está invitado a separarse enteramente del mundo religioso que tiene principios mezclados, el cual nos es presentado aquí en su estado final (comp. Números 16:26). Algunos nos acusarán de falta de amor, de tener un espíritu estrecho y de estar imbuidos de superioridad. Pero lo esencial es obedecer al Señor.
Los versículos 12 y 13 ofrecen la larga lista de “todo lo que hay en el mundo” (1 Juan 2:16-17), estudiado para satisfacer las múltiples codicias de los hombres. A la cabeza está lo más estimado: el oro, y termina con lo que tiene menos precio a los ojos de esa falsa iglesia… pero que tiene tanto precio para Dios: las almas de los hombres.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"