Con base a su responsabilidad el hombre falló, pues, totalmente. Pero en estos libros de Crónicas vamos a ver al mismo Dios de gracia volver a ocuparse de todas las cosas desde el comienzo. Aquí, en cierto modo, la historia de la humanidad se narra a manera de repaso, enfatizando ya no sobre el mal producido por el hombre (libros de Samuel y de los Reyes), sino subrayando el bien pensado y cumplido por Dios en respuesta a ese mal. Tenemos, pues, recapitulada la historia de la humanidad, ¡comenzando desde Adán! Se ha hecho notar que el sentido de los diez primeros nombres mencionados permite leer una frase que es como un resumen de todo el Evangelio. Adán: el hombre – Set: que ha tomado el lugar de – Enós: mortal, incurable – Cainán: que llora – Mahalaleel: el Dios bienaventurado – Jared: descendió – Enoc: dedicado, instruido – Matusalén: su muerte proporciona – Lamec: (al) transgresor – Noé: consuelo (y) descanso.
¿No tenemos aquí primero una conclusión de todo lo precedente, es decir, la comprobación de la irremediable ruina del hombre? Y, al mismo tiempo, una admirable introducción al despliegue de los propósitos de Dios, que seguiremos como un hilo de oro a lo largo de estos dos libros.
Forma parte del comentario bíblico "Cada Día las Escrituras"